lunes, 25 de enero de 2010

La Revolución Necesaria de Peter Senge


La Revolución Necesaria

Escrito por Miguel Ángel Vargas Vaca

"Cada día son más las compañías, organizaciones y países que no se conforman con no afectar al medio ambiente, sino que buscan mejorarlo. Suecia es el mejor ejemplo. La Revolución Necesaria de Peter Senge es un libro muy optimista. Para algunos quizás demasiado utópico, basta ver el subtítulo de la obra: Cómo los individuos y las organizaciones están trabajando juntos para crear un mundo sostenible.En este volumen publicado en 2008 por el sello editorial escandinavo Nicholas Brealey Publishing, Senge y sus colaboradores –Bryan Smith, Nina Kruschwitz, Joe Laur y Sara Schley aparecen en una larga lista de coautores en la que no queda claro qué hizo cada quién creen que la Era Industrial está llegando a su fin, y que con ella también se irá la manera en que ésta formó nuestro estilo de vida y nuestra manera de ver el mundo .


Esta revolución que ya empieza a ocurrir, la revolución necesaria no es como otras “revoluciones políticas que cuales suelen cambiar los equilibrios y a las élites en el poder, pero que modifican muy poco la realidad diaria de la mayoría de la gente”. Más bien, esta revolución se parece al Renacimiento o a lo que significó la Revolución Industrial.


Un despertar colectivo hacia nuevas posibilidades que con el tiempo hace que cambie todo: cómo ve la gente el mundo, qué es lo que valoran, cómo define la sociedad el progreso y cómo se organiza para conseguirlo.


Este académico del MIT considera que hoy existen muchas compañías alrededor del mundo que están empujando un cambio de las tácticas de los negocios como siempre hacia estrategias transformadoras que son esenciales para lograr tener un floreciente y sostenible planeta.


Ve que es posible un mundo en el cual el exceso de energía producida en un negocio sea utilizada en otro, en el cual sean cada vez más los edificios regenerativos (los que crean más energía que la que consumen) y en el cual los procesos de producción amigables con el ambiente sean económicamente más eficientes y rentables que los ambientalmente agresivos; y es que consideran que es posible imaginar un mundo de tales características porque el cambió ya ha comenzado. Dejen de imaginar: ese mundo ya empezó a emerger.


Compañías y organizaciones como Nike, Costco y BP, entre muchas otras, pueden servir de ejemplo de que esta revolución necesaria ya está sucediendo. Pero el mejor ejemplo es un país: Suecia. Hoy Suecia depende del petróleo para cubrir sólo el 30 por ciento de sus necesidades energéticas, cuando en 1970 esta cifra era de 77 por ciento.


En contraste, Estados Unidos, depende de combustibles fósiles para cubrir el 85 por ciento de su consumo energético. Mientras en el 2000 sólo eran el dos por ciento, en 2007 más de 15 por ciento de todos los carros vendidos en Suecia funcionaban con etanol. En este país escandinavo han buscado impulsar la producción de etanol que utiliza como materias primas celulosa, caña de azúcar, así como otros desperdicios industriales y agrícolas, que son mucho más eficientes ambientalmente que los producidos en base a maíz. Un carro funcionando con etanol hecho con caña de azúcar o celulosa se estima que emita entre 85 y 90 por ciento menos gases de efecto invernadero que un carro que funciona con gasolina tradicional.


Y lo mejor de todo es que aseguran que esto no recurrió gracias a grandes inversiones, subsidios y demás apoyos gubernamentales; sino que surgió gracias a los esfuerzos de pequeños grupos de individuos comprometidos y con coraje.


Es obvio que casos como el de Suecia todavía están lejos de ser mayoría, pero no por eso resultan menos alentadores. Lo más importante, como dice Senge, es que la humanidad ya dejó de vivir en la etapa de la negación."

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