martes, 12 de noviembre de 2013

Dialogar en la Universidad de Antioquia


Algunos comentarios impertinentes y necios que han venido apareciendo en tu columna, son producto de la falta de capacidad para comprender la realidad social, política y económica del país.  Existen ciudadanos que esperan siempre se les de los beneficios máximos sin considerar las realidades que imponen unas prioridades y racionalidades, ese fenómeno siempre lo esperaremos en un Estado Social de Derecho.

Aquí se trata de materializar el derecho a la educación superior, asunto que la Universidad ha asumido responsablemente, facilitando las mejores condiciones posibles para que los estudiantes disfruten de situaciones académicas y ambientales en el crecimiento personal y profesional, dentro de una educación de excelencia; dicho derecho es superior a aquellos puntos del "Pliego de la Asamblea General", que caen en condiciones de imposibles, pues demandan desarrollos que han sido considerados, incluso en nuestro Plan de Desarrollo 2006-2016 y que se espera sean resueltos en el horizonte de tiempo que define dicho Plan, en tanto que dar respuesta inmediata sería irresponsable por parte de la Universidad.

Uno no entiende como algunos integrantes de la comunidad universitaria, reivindicados de doctores, aún siguen pensando que los recursos son infinitos y de manera irresponsable estimulan comportamientos irracionales, tales como los que nos ha tocado oír, relacionados con el rechazo a ultranza del proceso de renovación de la acreditación y adopción de mejoramientos en nuestra estructura organizacional, la cual está orientada a alcanzar mejores usos de todos los recursos de la Universidad.

Reconocemos en el programa de Bienestar de la Universidad de Antioquia uno de los mejores de las universidades públicas, pues son muchos los esfuerzos que se han realizado para dar respuesta a la mayor cobertura en el cubrimiento de necesidadas básicas de nuestros estudiantes, asunto que dentro de la ingratitud de muchos es despreciado y denigrado, pues han querido hacer del bien público su propiedad y buscan legitimar actuaciones de supervivencia económica dentro de su quehacer como estudiantes; a estos, se le ha facilitado condiciones de supervivencia económica que están dentro de las posibilidades institucionales, pero ellos han buscado mantener "negocios" por fuera de la norma, acuerdo mínimo que nos permite ser una institución al servicio del bien general y no de unos pocos, manteniéndose por fuera de cualquier opción de acuerdo, pues les interesa sus "negocios", las Directivas universitarias deberán equilibrar el impacto entre aplicar la norma y lograr que la Universidad sea un espacio para el bien público.


Veo en sus palabras un gran aporte a dar límites a la construcción del diálogo, pues pedir lo imposible no es la mejor forma de acercarse a las soluciones que deben ser encontradas. Da pena que doctores con "Inteligencia ciega" de la que habla Morin, haga parte de posturas que en la práctica se constituyen políticas, pues con ello se alimentan espíritus de incomprensión y falta de entendimiento. Me solidarizo plenamente con usted en los términos como logró su columna.

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