miércoles, 3 de marzo de 2010

Sobre la educación superior en México

En el siguiente artículo presentado en el enlace de esta entrada, se reflexiona sobre los desafíos para la educación del futuro. Tema de preocupación en relación con la gobernabilidad de las instituciones de educación superior.


Reseña del Foro Nacional sobre Calidad de la Educación Superior


Mtra. Sylvia Narváez


El Dr. Salvador Malo, de CENEVAL, expuso que tenemos un sistema de educación superior sumamente vital con dos millones 400 mil estudiantes. La calidad de un sistema se puede medir por la cobertura, eficiencia, eficacia, equidad y pertenencia. En la educación superior se están repitiendo cosas que fueron importantes pero ya no los son, y no se está respondiendo a lo que requiere el país. Necesitamos una diversidad de recursos humanos, más personas preparadas y a más alto nivel. Necesitamos tener mecanismos más eficientes y eficaces para preparar en menos tiempo y en más áreas. Una educación que atienda lo que existe en el mundo pero que atienda las necesidades locales. Se requieren mecanismos más eficientes y eficaces para preparar más jóvenes en menos tiempo y en más áreas que lo que hoy hacemos. La reestructuración de las licenciaturas debe estar encaminada a hacerlas mas flexibles y menos enciclopédicas.

El Dr. Manuel Gil Antón, especialista en educación superior e investigador del departamento de Sociología de la UAM-Iztapalapa, aseguró que incrementar los indicadores de calidad de forma aislada, sin generar mejores condiciones para el desarrollo de la vida académica, sólo generará un cambio aparente, pues no se trata de evaluar por evaluar, sino de establecer criterios éticos y humanísticos como parte sustancial de la formación de los estudiantes.

Desde hace más de dos décadas, en México la política educativa apostó por un modelo de calidad que sólo evalúa resultados cuantitativos, en el que se privilegian sólo algunos factores de resultados, y no si efectivamente las universidades cumplen con su tarea de formar ciudadanos más críticos, capaces de entender qué ocurre en su entorno e incidir con su participación.

Reconoció que existe preocupación ante la ausencia de propuestas claras en la materia en la agenda de los cinco candidatos a la Presidencia, pues a pesar de que ha sido uno de los temas pendientes desde hace más de una década, aún desconocemos cuáles son sus planteamientos para consolidar la educación en México.

En su presentación, el doctor Carlos Tünnermann, ex integrante del consejo ejecutivo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y especialista en enseñanza superior, afirmó que los gobiernos nacionales han sido complacientes con los ofrecimientos de la enseñanza trasnacional, que en ocasiones es un fraude, al grado de que les dan más facilidades a estas ofertas educativas que a las propias, con lo que se provoca una competencia desigual que puede afectar los sistemas educativos locales. En este sentido, el también ex rector de la Universidad Nacional de Nicaragua apuntó que no ha existido suficiente voluntad política de los gobiernos para regular la enseñanza trans-fronteriza. Sin embargo, es necesario proteger nuestros sistemas nacionales, legislar en la materia y evitar que se compita en términos de desigualdad. No se trata de cerrarse al fenómeno de la transnacionalización de la educación superior, sino de entender que la complementariedad debe ser bienvenida cuando se trata de campos que se vienen a sumar a los que un Estado no ofrece o no domina.

T ü nnermann enfatizó que en casi todos los países de América Latina existe un vacío en materia de legislación referente a esta novedosa oferta educativa. Refirió que en la UNESCO se ha discutido una regla fundamental al respecto: los ofrecimientos transnacionales deben tener la misma calidad que en la que tienen en el país de origen y, al mismo tiempo, las naciones receptoras deben ampliar sus normas para regular esta modalidad educativa. Además, las entidades académicas nacionales tienen que exigir a sus gobiernos que demuestren voluntad política de legislar estos ofrecimientos para dar garantías a la población que los adquiere.

Por otro lado, señaló que la universidad del futuro está encaminada a tener una menor cantidad de horas presénciales en el aula. Recordó que hay experiencias universitarias en Europa mediante las que se ha reducido la presencia de los estudiantes nueve horas semanales con el objetivo de poner énfasis en el aprendizaje individual y colectivo fuera del salón de clases.

En ese sentido, consideró necesario modificar los sistemas de evaluación para que se agregue un reconocimiento en créditos a las horas que el alumno dedica a su aprendizaje, aunque no sea en el aula.

Carlos T ü nnermann señaló que la crisis de la educación superior es una crisis de cambio y si las universidades no atienden las nuevas demandas otras instituciones lo harán, al tiempo que se encargarán de convertirlas en piezas de museo. Recordó que el profesor Cristovam Buarque, estudioso de la educación superior, advierte que para el tercer milenio la universidad deberá transformarse para responder a la nueva realidad, o de lo contrario una nueva entidad surgirá: la posuniversidad. Esta nueva institución tiene algunas de las siguientes características: sin dirección, es decir, no tiene una ubicación geográfica, pero sí electrónica: sin disciplinariedad; sin nacionalidad; sin muros; sin profesor; esto último significa que profesor y alumno serán partes de una única función: el aprendizaje permanente; sin diploma, esto es, se dejará de otorgar estos documentos porque “no podrá responsabilizarse por el ejercicio del conocimiento que transmitió y que estará superado al año siguiente” y sin rector, con lo que se propone que esas dirigencias no ejercerán cualquier forma de hegemonía.

Todo proceso de evaluación debe traducirse en un proceso de mejoramiento de las funciones sustantivas de las instituciones de educación superior y, en específico, en lo que aprenden los estudiantes, de lo contrario será un proceso inútil. La transformación debe centrarse en los métodos pedagógicos, en la práctica docente universitaria y que la labor del profesor es el termómetro de los procesos de renovación que se requieren. Si no emprendemos una profunda revolución pedagógica en la educación superior latinoamericana, y si no se redefinen los modelos educativos de las instituciones, no seremos capaces de formar a los universitarios que se necesitan para enfrentar los riesgos y amenazas de la globalización neoliberal. Ante los desafíos de la globalización, la evaluación debe ser un proceso transformador de las instituciones con pertinencia social de acuerdo a las necesidades de la población, y buscando principalmente la calidad del estudiante y de los egresados, esto asociado a las habilidades de aprendizaje. La educación superior debe promover la formación de individuos cuya interacción creativa con la información les lleve a construir conocimientos. Agrego que se trata de promover un aprendizaje por comprensión y no por simple repetición memorística, además de que deben seguir a aprender, aprendiendo. Resalto que dentro del perfil de profesional del siglo XXI, destacan: ser competente en su profesión, con una sólida formación; preparado para la empleabilidad y no para un determinado empleo o puesto de trabajo; y ser un profesional comprometido con la educación permanente y que sabe aprender y desaprender, si en 5 años no se actualiza, lo único que podemos garantizar es que está ejerciendo mal su profesión. Además, tiene que ser un profesional flexib le, creativo e innovador, capaz de adaptarse al cambio de trabajar en equipos interdisciplinarios y comprometidos con el espíritu de solidaridad social, y que considere que en momentos de crisis, la imaginación es más importante que el conocimiento.

Para responder a estos requerimientos se requieren estructuras académicas y currículos flexibles, integrales y contextualizados. Un currículo flexible podría comprender 70% de créditos en materias obligatorias, 20% materias optativas, y 10% materias libres.

Carlos T ü nnermann señaló que la idea de la nueva Universidad tiene que partir de tres paradigmas fundamentales del siglo XXI: desarrollo humano y sustentable, cultura de paz y educación permanente. Precisó que el elemento clave para alcanzar ese concepto será el compromiso constante de la Universidad con los procesos de innovación y la pertinencia social. Debemos de generar horizontes de reflexión sobre el futuro de América Latina y de las Universidades, para replantearnos los objetivos, la misión y las funciones de las instituciones de educación superior para que estén a la altura de las circunstancias actuales del nuevo milenio.

La llamada crisis de la educación superior es una crisis de cambio, de revisión a fondo de sus objetivos, misiones, organización, que hacer y métodos de trabajo

Clave para alcanzar ese concepto será el compromiso constante de la Universidad con los procesos de innovación y la pertinencia social. Debemos generar horizontes de reflexión sobre el futuro de América Latina y de las Universidades, para replantearle los objetivos, la misión y las funciones de las instituciones de educación superior para que estén a la altura de las circunstancias actuales del nuevo milenio.

La llamada crisis de la educación superior es una crisis de cambio, de revisión a fondo de sus objetivos, misiones, organización, quehacer y métodos de trabajo. Advirtió que de no atender las nuevas demandas, la Universidad clásica se convertirá en pieza de museo. Explico que es posible vislumbrar el surgimiento de la denominada post-Universidad que, de acuerdo al profesor Cristovam Buarque, ex rector de la Universidad de Brasilia y analista de la educación superior, es una institución que no tendrá dirección geográfica, sino electrónica; será una red de todas las unidades de promoción del saber superior. La post-Universidad en red incorporará no solamente centros específicos de enseñanza en los modelos actuales, sino también todas las instituciones que generan el saber, industrias, consultores, laboratorios y oficinas domésticas.

1 comentario:

  1. Excelente documento, voy a compartirlo con el equipo de Autoevaluación del Sistema Universitario de Extensión de la Vicerrectoría de Extensión de la Universidad de Antioquia.

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